No debemos olvidar que aún nos faltaba por dotar a todos los árboles de la misma altura.
En un primer lugar nos pusimos con la bóveda.
Cortamos una pieza de poliestireno de forma que esta sobresaliera sobre la propia base del elemento de escenografía. A esta pieza le sumamos otra superior y las pegamos con cola blanca.
Finalmente coronamos con retales de poliestireno para que las copas parecieran irregulares. Aunque resulte contradictorio, los troncos de los árboles debían tener la misma altura, pero no las copas.
Esperábamos que cuando terminásemos no se viera nada de todo el poliestireno, por ello nos pusimos a igualar la altura de los árboles. Al hacer esto podíamos manchar la pieza, y luego sería un problema.
Utilizamos la pieza de poliestireno, la colocamos sobre las copas de los árboles y vimos cuanto le faltaba a cada uno para que esta quedase horizontal y todos tocasen la bóveda.
Después fue volver a la masilla Das. Humedecimos las copas y fuimos añadiendo la masilla que necesitábamos. La aplastábamos ligeramente y las texturizábamos exactamente igual que habíamos hecho anteriormente en el Botánivs Imperialis: Bosques de Bóveda II.
De esta forma tan sencilla nos olvidamos de estar con medidas y complicarnos inecesariamente. A veces hay que ser ante todo práctico.
Habíamos pensado usar follaje para la copa, descartando otros materiales como el musgo seco. En un primer momento fuimos empapando con cola blanca la pieza de poliestireno y pegando los trozos de follaje, pero finalmente utilizamos pegamento en spray, lo que facilito y agilizó el proceso.
Pegando y pegando terminamos la bóveda. De momento hemos decidido no cubrir la parte inferior, quizá más adelante decidamos hacerlo, aunque no parece probable. Eso si, nos aseguramos que el borde si que lo tuviera y sobresaliera. Pulverizamos cemento líquido cuando estuvo terminado para fijar mejor las piezas.
Por fin podíamos abordar la pintura del elemento. Tenía que cuadrar con el resto de nuestro tablero modular. Aún así queríamos que los árboles fueran más claros que los anteriores, para representar otra especie.
Imprimamos todo el bosque con pintura acrílica marrón oscura y con el aerógrafo le aplicamos infinidad de tonos de marrones, verdes y blancos. Añadimos césped electroestático y algún detalle más a la base.
La bóveda también la pintamos. Después de la capa previa que le dimos de verde, antes de pegar el follaje, aplicamos distintos tonos de verde y amarillo sobre este. Así quedaba mucho mejor integrado en la mesa, que al “natural” sin pintar.
Y este es el resultado final de nuestra colección de árboles para Warhammer Fantasy, 1650 A Capa y Espada y Mordheim (Empire in Flames). Esperamos que os guste o que al menos os haya parecido interesante.
Dejadnos vuestras impresiones 😉