Esta semana os enseñamos un nuevo elemento de escenografía que nos hemos puestos a construir. Una cabaña para Warhammer Fantasy.
En la vida como en Warhammer existen los caprichos del destino. A veces pasa que empiezas con una cosa y acabas con otra. Esto generalmente suele ser un error de planificación, pero no siempre es necesariamente malo. Estos giros que dan los proyectos muchas veces son la vía para llegar a otros puntos. Así es como al final hemos acabado haciendo una cabaña para wargames.
Esta semana teníamos la intención de hacer un elemento que habíamos visto en un par de imágenes mientras nos documentábamos. Nos había gustado y empezamos a indagar un poco más buscando referentes.
La cabaña debía de ser más pequeña que una casa en Warhammer Fantasy.
Lamentablemente cometimos un error con las medidas y vimos que nos había quedado demasiado alto. Aún así decidimos continuar para probar un par de técnicas que nos llevaban un tiempo rondando.
Y por esas pruebas nos hemos ido dejando llevar, y lo que era en principio solo un trazo en un muro, acabo siendo el muro entero. Y claro llegados a ese punto ya es una lastima no hacer los cuatro. Con eso y un par de huecos ya tienes la mitad de un edificio.
La primera de las técnicas era el texturizado de una pared, en base a madera y adobe. Levantar una estructura sin listones de madera, piedras o ladrillos para así poder enriquecer nuestro catálogo de posibilidades.
La segunda era el desgaste de la madera a través del uso de un cepillo de metal. Esto no solo la envejecía si no que la hacía mucho más rica en detalle para la pintura.
Pero empezamos con el principio.
En un primer lugar lo que hicimos fue cortar dos pares de piezas de cartón pluma de 60x55x5 mm y de 110x55x5 mm. Además le practicamos un agujero a una de las piezas más grandes a modo de puerta.
Después cortamos unos listones de madera de 55x5x5 mm que redondeamos y los devastamos ligeramente con la cuchilla. A continuación pasamos un cepillo de metal sobre el listón, y así empezamos a probar la segunda de las técnicas que teníamos en mente.
Después pegamos los listones en las piezas de cartón pluma. Además como queríamos que las piezas de madera sobresalieran, al colocar el marco de la puerta, lo hicimos el doble de ancho con dos piezas de 5 mm.
Después pegamos los listones en las piezas de cartón pluma. Además como queríamos que las piezas de madera sobresalieran, al colocar el marco de la puerta, lo hicimos el doble de ancho con dos piezas de 5 mm.
Usamos masilla y madera de balsa para hacer las paredes.
Llegados a este punto fue un buen momento para preparar otro té, pues lo que tocaba ahora era probar la primera de las técnicas.
En primer lugar y como íbamos a trabajar con masilla para modelar Dass, preparamos todos los materiales. Cortamos los listones de madera y les pasamos por el cepillo de metal. Después preparamos una pelota de masilla que aplanamos sirviéndonos de las yemas de los dedos. Buscábamos que fuera una superficie irregular, así que esto nos pareció la mejor manera.
Colocamos la fina torta de masilla sobre el cartón pluma para comprobar que esta lo cubría entero. Después aplicamos cola blanca sobre la pieza y pegamos la torta. Retiramos el excedente de masilla de los bordes ayudándonos de una espátula. A continuación pusimos los listones uno a uno sobre la masilla, e hicimos presión sobre estos dejando su dibujo impreso.
Retiramos la masilla marcada por el dibujo y en el hueco colocamos el listón con algo de cola blanca.
Finalmente con un cepillo de dientes, texturizamos la pieza.
Una vez hecha la prueba decidimos que acabaríamos todas las paredes la cabaña. Así podríamos comprobar como quedaban las juntas y si aparecía alguna complicación nueva.
Teníamos dos elementos en la cabaña, la puerta y los muros de momento. Por lo que decidimos abrir un pequeño hueco en la pared por la que entrara la luz, pero que ni en 1650 A capa y espada ni en Mordheim (Empire in flames) se pudiera usar como abertura de disparo. Podrías esconderte dentro, pero no disparar cobardemente desde él.
Y no hay edificación que se precie en Warhammer que no tenga puerta. Utilizamos una pieza de madera de balsa de 4mm de grosor con la forma de la puerta (a veces es más sencillo utilizar los huecos como moldes, que ir midiendo). La devastamos y con una cuchilla le practicamos unas incisiones verticales de forma que simulara que había sido compuesta con varios trozos distintos de madera. Añadimos el refuerzo y la colocamos en su sitio.
Y este fue el resultado de nuestro trabajo.
Tuvimos problemas con el arqueado del cartón pluma, pero este se corregía a medida que dábamos pasta y cola blanca a ambas caras. Además la zona de la puerta nos quedo algo endeble y las puntas se separaron un poco. Quizá fuera mejor dejar el marco para el final y texturizar toda la pared sin cortes.
Lo más gracioso de todo, es que con el accidente de las medidas al final obtuvimos algo de lo que estamos bastante satisfechos. Pero es una pena dejar así la cabaña para wargames y no poder usarla en alguna refriega de 1650 A capa y espada o retrasando la marcha de un regimiento en Warhammer Fantasy.
Por ello hemos decidido acabarlo y aunque aún no sabemos como, algo se nos ocurrirá. Este es un elemento con el que finalmente jugaremos a Mordheim (Empire in flames) por lo menos.
Si se os ocurren ideas para terminarlo, son bienvenidas.