Si los humanos quisieran llegar a las estrellas, construirían una torre. Los Elfos Silvanos, muy sabios ellos, se subirían a uno de estos árboles y mirarían hacia abajo para observar las estrellas que sin duda dejaron ya atrás durante su ascenso dada la altura de estos.
Y con esto en mente nos planteamos hacer nuestro propio gran bosque.
A veces uno se cree que es original, pero se acaba dando cuenta de lo contrario tarde o temprano. Aunque si una idea es buena, ¿por que no tomarla?. ¿No es este el espíritu del blog? siempre hemos querido que os animéis a hacer todo aquello que os haya gustado.
En resumen se puede decir que nos disponíamos a hacer el bosque de bóveda del Manual de Campo para Generales, pero a nuestra forma.
En primer lugar cortamos una base de unos 400x250mm en DM. Le dimos forma evitando que pareciera cuadrada y canteamos los bordes.
Después nos pusimos con los árboles propiamente dicho. Como en otras ocasiones hicimos un armazón. Esta vez serían bastante más delgados, por lo que solo usamos cuatro alambres. Los trenzamos por parejas y ya teníamos la estructura. Aquí la cuestión era cuanta altura le dábamos, finalmente nos decidimos por unos 230mm.
Colocamos sobre la peana el primer cuerpo de alambre y contamos que necesitaríamos unos once o trece para el anillo exterior. !Solo este elemento tendría más árboles que todo un campo de batalla de Warhammer Fantasy¡.Para poder manejar con mayor comodidad el cuerpo de alambre lo pegamos sobre una base provisional.
Para hacer la corteza utilizamos masilla de modelismo de secado al aire Das. Lo cierto es que el sistema era bastante sencillo. Hacíamos un churro al cuál le practicábamos una incisión longitudinal. Impregnábamos el alambre con un poco de cola blanca y poníamos el churro a su alrededor, cerrándolo con los dedos.
Quisimos darle volumen al tronco del árbol. Para ello utilizamos dos cilindros de masilla finos que pusimos sobre este y texturizamos la parte interior.
Después empezamos a texturizar la parte exterior del tronco. Probamos con un rayado, como en los anteriores árboles. Y lo aplicamos por toda la superficie.
Lo cierto es que no nos acabo gustando la textura. Había algo en ella que no cuadraba. Así que nos toco volver a empezar y buscar una textura que quedase mejor, por lo que tuvimos que pensar en algo distinto.
Así que volvimos al tronco del árbol liso. Esta vez usamos una esponja para la ducha que fuimos presionando contra la masilla dejando su marca impresa en ella. Esto nos gusto bastante más y decidimos que sería la textura que utilizásemos en este tipo de árbol.
Para darle algo de irregularidades pusimos un poco de masilla aquí y allá. Le dimos algo de forma, que sería un poco aplastada por la esponja cuando la pasásemos por todo el tronco.
Las ramas las hicimos prácticamente igual, solo que a menor escala. Lo más preocupante era que todos los árboles debían quedar a la misma altura, pero decidimos no preocuparnos por esto aún. Una de las ventajas de trabajar con esta masilla es que si la humedeces de nuevo puedes volver a trabajar con ella.
Ya solo nos quedaba la base del árbol. Sería mucho más delgada que los anteriores, y apenas tendría alguna raíz. Lo malo es que ahora teníamos una pieza que pesaba bastante, sin peana que teníamos que pegar a otra, así que debimos ingeniárnoslas para que se mantuvieran en pié mientras la cola blanca secaba.
Después solo fue cuestión de poner masilla y texturizar al igual que en el resto del árbol.
Ya lo teníamos listo, el primero de muchos. Con el proceso bien marcado nos pusimos a hacer más árboles, para completar el bosque de bóveda. En cuanto terminemos de hacer todos los árboles nos pondremos con la peana y con la cúpula.
Lo cierto es que tenemos la sensación de que hasta que no avance más el proyecto no nos demos cuenta de la verdadera magnitud de este. Imaginamos que a vosotros, que solo veis las fotos, os pasara igual. Esperamos poder mostrároslo pronto.
¿Que os parece hasta ahora? ¿ Cual creéis que debería ser la altura máxima de un elemento en un campo de Warhammer Fantasy?